¡Una! ¡Dos! ¡Una, dos, tres, cuatro! ¡Popopopooom! ¡Popopopooom!
Hola de nuevo amigos del Somier. ¿Os gustó la primera parte del artículo? ¿Os llevasteis alguna sorpresa? Pues muy bien, comencemos esta segunda entrega directamente sin vaselina:
Abismo de pasión (Kings Row) de Erich Wolfgang Korngold Vs Star Wars de John Willams.
¿Os habéis quedao turulatos? Tranquilos, sólo son 4 notas y el propio Williams ha explicado que sí, que sale de ahí y que Korngold es uno de sus compositores favoritos. No le resta méritos a su mítico trabajo. Es más, en otra obra de Korngold, El halcón del mar, tras la fanfarria inicial podéis apreciar una enorme similitud con el inconfundible estilo de John Williams.
Y continuamos con dios Williams y una de sus más geniales y famosas obras, por la cual le cayó otro Oscar: E.T. (Adventures on Earth).
En fin, que llevo todo el rato dando la cara por John Williams y
justificando las similitudes presentadas pero cuando comparas el
tema de los Ewoks (Parade of the Ewoks) que suena en El retorno del Jedi con la "Marcha" de la ópera El amor de las tres naranjas del compositor ruso Sergei Prokofiev, uno directamente tira la toalla y reconoce que nadie es perfecto.
Aunque también podemos echarle la culpa a George Lucas, que seguro que la tiene o a los peluches si es necesario.
Aunque también podemos echarle la culpa a George Lucas, que seguro que la tiene o a los peluches si es necesario.
Otro que se llevó la dorada estatuilla a su casa fue Alan Menken por su trabajo en película de animación La bella y la bestia, de la que más tarde se haría incluso un musical.
El prólogo de la película es el siguiente:
El parecido con Acuario, de la suite El Carnaval de los animales del compositor francés Camille Saint-Saën es más que razonable, aunque la obra del músico galo es mucho más bella, mágica y envolvente que el compuesto para la película de Disney.
En 1973 Richard Lester filmó en España una nueva y simpática adaptación de la novela Los tres mosqueteros que dada su duración se dividió en dos películas y cada una de ellas contó con un músico diferente. En la primera, Los diamantes de la reina, D'Artagnan y sus amigos cabalgan a toda prisa hacia la costa con la intención de cruzar el Canal de La Mancha y llegar a Inglaterra. El tema que acompaña a las escenas se titula Four Abreast (If you'll pardon the expression) y fue compuesto por Michel Legrand.
En la célebre ópera Aida de Giuseppe Verdi, nada más acabar la Marcha triunfal comienza Ballabile (el baile) que suena prácticamente igual al tema de Legrand. Si bien es cierto que la parte del baile se suele suprimir en los conciertos en los que se pasa directamente de la marcha al coro. Corta y pega.
En el año 2006 la novela gráfica 300 de Frank Miller fue trasladada al cine con enorme fidelidad por Zack Snyder. La rompedora y polémica película obtuvo un éxito arrollador a nivel mundial siendo la segunda más taquillera del año, se convirtió además en una fuente de constantes memes y es una de las cintas imprescindibles de la última década. A cargo de la banda sonora estuvo Tyler Bates, quien ya colaboró con Snyder en su primera cinta, Amanecer de los muertos y con el que repetiría más tarde en Watchmen y Sucker Punch.
Return of a King es el 4º tema del disco y se escucha en la película cuando los emisarios persas cabalgan (a cámara lenta evidentemente) hacia Esparta.
Siete años antes, Julie Taymor estrenaba Titus, otra de sus marciadanas shakesperianas que no vio nadie. Para ella, Elliot Goldenthal compuso un contundente tema titulado Victorius Titus.
¡ESTO ES UN PLAGIO!
Y como no podía ser de otra manera terminaron en los tribunales... y todo acabó a favor de Goldenthal como era de esperar. Snyder calca viñetas, Bates el trabajo de otros. Normal.
Retomamos a Hans Zimmer con uno de sus últimos trabajos: Origen.
Esta vez no se trata de ningún plagio, tan sólo de lo curioso que resulta comprobar que el compositor ha captado bien las reglas que propone la película de Christopher Nolan y las aplica a la hora de acompañar musicalmente las escenas de la misma.
JAMES HORNER, GENIO Y FIGURA.
James Horner es a la música lo que John Carpenter, Richard F o John Huston al cine: La irregularidad personificada.
Capaz de lo mejor y de lo peor. Y es que lo largo de más de 30 años de carrera nos ha deleitado con bandas sonoras fantásticas como las de Krull, Aliens o Titanic, torturado con música hortera e insoportable (vease Commando) o desaprovechado películas con las que podría haberse lucido y fue directamente a lo fácil. Pese a sus aciertos, que no son pocos, a día de hoy goza de una merecida fama de plagiador compulsivo y eso es lo que con unos pocos ejemplos voy demostrar:
La guerra de las galaxias, E.T, y ahora Willow. Seguro que estaréis pensando: ¡Este desgraciado va a arruinar nuestra infancia! No descarto conseguirlo, pero no era mi verdadero propósito.
Willow theme.
George Lucas copió lo que quiso de El señor de los anillos para la película que terminó dirigiendo Ron Howard. ¿Por qué Horner no iba a hacer lo mismo con la obra de otro? Pues lo hizo. Fusiló el primer movimiento de la 3ª sinfonía "Renana" de Robert Schumann. Pese a todo, la bso de Willow es una joya y uno de los mejores trabajos de su autor.
Cuando Wolfgang Petersen decidió adaptar la inmortal epopeya de Homero como si se tratara de un anuncio de Pepsi (o Nike) contó al inicio con el compositor Gabriel Yared, pero la notable partitura que éste le presentó fue rechazada por los productores que la debieron considerar poco comercial, lo cual fue una soberana estupidez ya que la música de Yared no sólo cumplía su función, sino que habría hecho parecer a Troya mejor de lo que realmente es. A los hechos me remito: Battle of the arrows
En plena posproducción y con el estreno de la película marcado en el calendario, le encargaron a James Horner que hiciera lo que pudiera en un plazo de dos semanas. Y lo hizo con una bso decentilla y funcional:
A partir del minuto 3:27 comienza a sonar el sencillo y pegadizo tema asociado al chulo-playa de Aquiles.
Y he ahí un nuevo plagio de Horner ya que encontramos el mismo sonido en el 4º movimiento (Allegro non troppo) de la 5º Sinfonía de Dmitri Shostakóvich.
Se inicia en el minuto 2:11 y suena en todo su esplendor llegado el 2:38.
Horner no sólo recurre a los clásicos, también se inspira en sus colegas de profesión como demostró con el tema de Tania para la película Enemigo a las puertas:
¿Emotividad? ¿Drama bélico? ¿Segunda Guerra Mundial? Pues versionamos con una balalaika la oscarizada partitura de La lista de Schindler de John Williams y listo.
Pero James Horner es tan inefable que no sólo copia a otros autores, dado que con un descaro similar al de Michael Bay ¡se autohomenajea a sí mismo y se repite más que un helado de morcilla! Comparad la bso de El hombre bicentenario con la de Una mente maravillosa y veréis... Pero su inconfundible sello se encuentra en cuatro notas que repite continuamente, el famoso Parabará que cuela como y donde sea:
James Horner Parabará.
El Parabará de Horner es como el grito Wilhelm, una vez lo conoces lo localizas en todas las películas en las que participa. Lo triste y ya es decir es que ni siquiera es una creación propia que pueda defender como sello personal porque el compositor ruso Serguéi Rajmáninov ya lo usa al inicio de su primera Sinfonía:
Y para terminar el tiro de gracia. Ya que en la primera parte del artículo dejamos a los nipones como unos copiotas, nada mejor que oír este breve tema que Kaoru Wada compuso en 1993 para el anime Kishin Heidan (Alien Defender Geo Armor) para evidenciar que ellos también pueden ser plagiados (por James Horner claro).
http://www.goear.com/listen/88f5809/Kishin-Heidan-kaoru-wada
Sonata nº 2 de Frédéric Shomier.
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