Leprechaun: La noche del duende ~ El Gabinete del Doctor Somier

Título: La noche del duende Título original: Leprechaun
Director: Mark Jones
País: USA
Actores: Warwick Davis, Jennifer Aniston, Ken Olandt, Mark Holton, Robert Hy Gorman, Shay Duffin, John Sanderford, Pamela Mant
Año: 1993
Duración: 93'
Crítico: La Perra Verde

Calificación:

Después de mencionar esta película al hablar de Warwick Davis en mi especial de "Enanos en el mundo del espectáculo" me entró la curiosidad por verla y que mejor ocasión que San Patricio y el especial que estamos haciendo esta semana, para decidirme y ver a este pequeño y avaro hijoputa.

La película nos presenta a Warwick embutido en un par de kilos de látex para interpretar a Leprechaun, un duende ~~judio~~ irlandés que sólo vive para cuidar su bolsa de 100 monedas de oro y lustrar zapatos.
El duendecillo es hijoputesco a jornada completa, pero si alguien se atreve a robarle el oro, se encabrona hasta límites insospechados, cometiendo con total alegría los asesinatos que hagan falta.

Un hombre le capturó y robó el oro, volviendo a casa creyendo que sería feliz nadando en billetes, no se dio cuenta de que nuestro Leprechaun le había seguido.
Después de matar a su mujer, el duende queda encerrado en una caja (gracias a un trébol de 4 hojas) y el hombre queda tendido en el suelo cuando iba a prenderle fuego, ya que le da un infarto... 10 años después llegan a pasar las vacaciones un hombre y su hija, que es ni más ni menos que una jovencísima y ya muy mona Jennifer Aniston (Rachel en la serie Friends).

Ella es la típica pijilla de ciudad al que el agreste desierto de mierda no le motiva mucho, o motivaba, al rato de estar allí conoce a Nathan, el hermano ciclado de Kevin Bacon y las hormonas le hacen verlo todo verle, con unicornios y centros comerciales.

Nathan es pintor y le acompañan un chico medio retrasado y el clásico niño en plan "he tenido que madurar muy rápido para cuidar a mi hermano mayor".
Moviendo muebles y cajas de la destartalada casa, hacen que el trebol que sella el habitáculo del duende se caiga y este quede liberado y vuelva con el mismo objetivo que tenía hace 10 años, recuperar todas y cada una de las 100 monedas de oro que contiene su saco, las cuales ahora mismo están en poder de los amigos pintores de Kevin Pechugadepavo (este no come bacon).

Mi grado de separación con Kevin Bacon se resumen en dos palabras, bíceps y triceps.

En principio la película tiene todos los elementos de serie B de los años 80, un personaje malvado molón con una buena ración de látex, protagonistas guapos, secundarios risibles/entrañables, asesinatos un tanto explícitos, y sin embargo, casi no me gustó, y mira que es raro que yo no disfrute como la enana que soy de este tipo de producciones, pero no me pareció más que curiosa y medianamente entretenida ¿el problema? no sabría expresar con palabras cual es, es más bien una sensación, pero lo intentaré definir diciendo que "le falta encanto", teniendo muchas cosas en común con películas como por ejemplo Troll, Hobgoblins, Critters, aquellas son memorables, aunque todos sepamos y aceptemos abiertamente que son malillas, pero tienen un "algo" que las hace entrañables y disfrutables, por algún motivo, esta película carece de ese "yo no se que" que marca la diferencia en este tipo de producciones.

En filmaffinity le he dado un 4 por lo cual aquí le daré dos somieres. Se puede ver, es curioso ver a Warwick con más látex que "The rubber man" y ver el primer papel de una jovencísima Jennifer Aniston en el cine y al final le coges cierta simpatía a los personajes. La película es muy barata y se olvida rápido, pero es de esas que hay que ver ¿veré las secuelas? pues si, a quien quiero engañar.

Pasarlo bien este San Patricio, fallas o lo que sea, y ya sabéis, si bebéis, no conduzcáis, Leprechaun no lo haría.