Por 4º año consecutivo, la plataforma Filmin organiza su festival de
cine online, el ATLÁNTIDA FILM FEST, del 27 de Marzo al 27 de Abril.
Nada menos que 46 títulos, tanto de cine español como extranjero,
premiados en diferentes festivales y difíciles de encontrar en cines. 5
películas por 10 Euros, o bien 20 películas por 30 para tener tu propio
festival en casa.
Título original: Líbánky
País: República checa
Director: Jan Hrebejk
Actores: Anna Geislerová, Stanislav Majer, Jirí Cerný, Borivoj Cermak, Daniela Choderová, David Máj
Año: 2013
Duración: 92'
Crítico: Harkness
Durante la celebración de una boda, todo parece ir sobre ruedas hasta que un desconocido, a quien nadie ha invitado pero que supuestamente conoce al novio, se acopla al convite con toda naturalidad. La novia, sin embargo, no tarda en darse cuenta por las insinuaciones de éste que tiene algo que ocultar, concretamente, ciertas insinuaciones sobre el pasado de su nuevo cónyuge...
En un contexto tan inofensivo e idílico como es el de un bodorrio, con sus estampas más características (la gente bailando, el cuñado borracho, etc.) se desarrolla este drama checo que gira en torno a unos secretos olvidados que salen a la luz, a ese pasado oscuro y sórdido que vuelve, amenazando con hacer añicos el presente. La protagonista es una mujer con una mala experiencia matrimonial, que quiere ser feliz con su nueva pareja, a la que cree conocer por completo. Pero la irrupción de un misterioso no-invitado y sus indirectas un tanto amenazadoras, le harán caer en la duda. Un argumento que nos remite a aquella Doubt de hace unos años, con Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman, pero sobre todo, a Celebración de Vinterberg (el escenario y la idea de partida es idéntica).
¿Hasta qué punto podemos confiar en quien tenemos al lado? ¿Quién tiene realmente la culpa de los males pasados? Es esta una película con un contenido muy duro, más aún por cuanto nos es difícil emitir un juicio moral sobre quienes son aquí buenos y quienes malos, quienes son culpables o inocentes.
Pese a adoptar las maneras de lo que vendría a ser un thriller, la cosa se decanta por el costumbrismo a lo largo de la primera mitad, deteniéndose con parsimonia y cierta simpatía en unos y otros, en la pereza y el ambiente distentido que precede a una boda cualquiera. Lo que viene cuando se destapa el enigma (más o menos) es un ahondamiento mayor en la psicología de la protagonista y sus dudas, así como en los motivos de unos y de otros.
Muy conseguida la fotografía, no tanto como una puesta en escena ramplona, llegando al punto de consistir en una serie de monólogos ante la cámara y en un predominio de la palabra sobre la imagen, a la manera más puramente bergmaniana. Por esta razón, me da la impresión de que el director tenía un texto mucho más teatral que cinematográfico entre manos, siempre interesante y capaz de plantear interrogantes y reflexiones que permanecen en un cabeza, una vez después de terminada la película. Pero se echa en falta algo más de intensidad en la manera de plasmarla (algo de esto puede vislumbrarse en una escena final formada por recuerdos y acompañada de una música operística, profundamenta turbadora).
No es una obra maestra, sí es una película algo desaprovechada y que consigue provocar reacciones... aunque, por su incomodidad, me parece que no la volvería a ver.