Título: REC 4
Director: Jaume Balagueró
País: España
Actores: Manuela Velasco, Héctor Colomé, Mariano Venancio, Críspulo Cabezas, Paco Manzanedo, Emilio Buale, Ismael Fritschi, María Alfonsa Rosso, Carlos Zabala, Khaled Kouka, Paco Obregón, Javier Laorden, Cristian Aquino
Año: 2014
Duración: 95'
Crítico Colaborador: J.J Bonal
Valoración:
Tras dos días de locos, por fin logro sacar tiempo para redactar la crítica de REC 4. Al igual que en las dos primeras películas, en esta ocasión iré directo al grano:
El final de la saga de Rec llega con una película concluyente que pone punto y final a la tetralogía iniciada en 2006. Película correcta y digna sucesora de sus predecesoras (especialmente la 1º, aunque no logra llegar al listón de su hermana mayor, entre otras cosas debido a la innovación en el género del terror en el cine español que esta supuso). En esta ocasión, la acción se traslada a bordo de un carguero en alta mar, donde han sido confinados los supervivientes de los 2 brotes víricos de las anteriores entregas mientras superan un periodo de cuarentena preventiva, aunque el pánico no tardará en desatarse por sus claustrofóbicos corredores cuando un nuevo foco de infección se extienda entre el pasaje.
Al igual que en
la primera y segunda entrega, aquí no todo es lo que parece, reservándonos el
guión varias sorpresas inesperadas a lo largo de 95 angustiosos minutos… Bueno,
65, ya que a diferencia de la segunda entrega, aquí se nos hace una
presentación básica de los personajes durante la primera media hora.
(Literalmente, pues a uno de los protagonistas, Guzmán (Paco Manzanedo), le
hace el capitán del barco (Mariano Venancio) un tour presentándole a la
tripulación del navío).
" Los infectados en esta entrega son, si cabe, aun más
agresivos, al tiempo que el virus parece hacer mutar su piel"
Mi impresión
personal es que la película cumple perfectamente su cometido y sabe terminar
dignamente la saga. Los personajes, especialmente el de Ángela (Manuela
Velasco), están perfectamente definidos y los actores se ciñen correctamente a
ellos, destacando quizás de forma algo negativa Nic y Lucas (Ismael Fritschi y Críspulo Cabezas
respectivamente), por ser el personaje del primero algo repetitivo (casi un
calco de Atún, el cámara de la Rec 3 “Génesis”) y con respecto al segundo por
la poca credibilidad de su personaje (cabo del ejército y al parecer superior
de Guzmán, aunque se comporta ante él como un amigo inseguro, actitud por otro
lado fruto quizás de un acto a escondidas que hizo según nos narra durante el
film). A pesar de ello, no obstante, ambos actores cumplen con su papel y saben
transmitir perfectamente sus alter egos. Por otro lado, en esta ocasión
encontramos a una Ángela distinta a la primera vez, más cercana al personaje de
Clara en la penúltima entrega, hastiada por cuanto ha vivido en la 1º y 2º
película, el personaje es aquí más serio, cansada de todo y todos y, que en
palabras de la propia Manuela Velasco, “solo quiere que la dejen en paz”.
En lo que
respecta al guión, es suficientemente sólido. De encontrar un pero, quizás sea
que al contrario que en las demás entregas, especialmente la segunda y tercera,
el elemento religioso es prácticamente omitido aquí, aunque es a mi modo de ver
una decisión no del todo mala, ya que podría haber acabado siendo un deus ex
machina que acabase hartando al espectador, pese a lo cual te deja la duda de
si no podría haberse incluido elementos que den una continuidad más coherente a
ese respecto (por ejemplo, una sala de contención montada en la cala del navío
a la que podría perfectamente habérsele pintado en la puerta una cruz o
detalles similares). La cámara en si misma vuelve a ser protagonista, aunque
nuevamente de forma distinta a sus predecesoras. Si en la 1º (y la 1º mitad de
la tercera) la acción transcurría cámara en mano, y en la 2º la acción se nos
mostraba a través de las cámaras individuales de los GEOs, aquí la mayor parte
de la acción tiene lugar en cámara fija, como la mayor parte de las películas,
pero también en gran medida a través de las cámaras de seguridad instaladas a
lo largo de las cubiertas del buque, así como algunas escenas de persecución y
refriegas rodadas de nuevo con el formato de cámara en mano.
En conclusión, una
película entretenida de ver, que sabe estar a la altura de la primera y que
cierra la saga correctamente, con un último guiño en un final cerrado pero al
tiempo suficientemente abierto, tan propio del género de terror, así como con
varios homenajes y detalles ocultos de otras películas tanto de esta saga como
de otros filmes. Bajo mi punto de vista, se trata de una película, con sus
defectos y virtudes, altamente
recomendable.
El cocinero del navío, “paciente cero” humano dentro
del barco y responsable involuntario de una curiosa forma de transmisión del
virus, tras someterse a un infructuoso retroviral experimental