Un año más, desde "El Gabinete del Doctor Somier" vamos a compartir con
vosotros las impresiones que nos hemos llevado de unas cuantos títudos
que nos ha brindado festival de cine online ATLÁNTIDA FILM FEST,
organizado por la plataforma FILMIN.
Título original: Kraftidioten
Dirección: Hans Petter Moland
País: Noruega
Actores: Stellan Skarsgård, Bruno Ganz, Pål Sverre Hagen, Birgitte Hjort Sørensen, Jakob Oftebro, Anders Baasmo Christiansen, Peter Andersson, Tobias Santelmann, Kristofer Hivju, Jan Gunnar Røise, Kåre Conradi, Gard B. Eidsvold, David Sakurai, Hildegun Riise
Año: 2014
Duración: 115'
Crítico: Harkness
Puntuación:
Nils (Stellan Skarsgard) es el propietario de una empresa de quitanieves y vive en un pequeño pueblo noruego. Gracias a sus servicios a la comunidad, ha sido elegido ciudadano del año. Pero su idílica existencia se hace añicos cuando su hijo es encontrado muerto, supuestamente por sobredosis. Pronto, descubre que en realidad ha sido víctima de la mafia, y ansioso por vengarse, se adentra en el turbio mundo del crimen organizado. Y lo que comienza como una cruzada personal se convierte nada menos que en una guerra entre dos peligrosas bandas.
Debo confesar que no estoy muy al tanto del cine actual realizado en los países nórdicos, y que tampoco conocía a este director, con una bastante asentada trayectoria (por lo que veo) a sus espaldas. Esto que nos ocupa es un thriller sobre un hombre que emprende una sangrienta venganza contra quienes le arrebataron a un hijo; un drama cotidiano, un asunto sucio, por causa de una serie de fatalidades y de complicaciones se termina convirtiendo en una tragedia griega en toda regla... la violencia lo alcanza todo, la mugre salpica hasta el más pintado. Señores, esto es un peliculón donde palma hasta el apuntador.
Por duro que pueda ser el fondo de la historia, ésta se nos cuenta haciendo gala de un sentido del humor muy negro, así como una male leche considerable en cuanto a la crítica que se hace de Noruega; modelo de estado del bienestar donde algo huele a podrido, desde el crimen que acecha en cualquier parte, hasta la discriminación hacia los inmigrantes (bastante agudos los ocasionales diálogos que tienen lugar sobre el tema, así como quien no quiere la cosa). El absurdo desenlace, de hecho, podría considerarse en cuanto al mensaje como un “Noruega, que te de por el culo” en toda regla.
Y es que los personajes, contra todo pronóstico, son creíbles y en el fondo muy humanos, eludiendo con gracia el trazo grueso y el tarantinismo facilón. Y carismáticos; Bruno Ganz como patriarca mafioso aportando un plus de veteranía al asunto, el tal Pal Sverre Hagen como villano pomposo y despiadado, y cómo no, Stellan Skarsgard, gran actor capaz de cualquier registro, ya sea el de hombre herido, ya sea el de padre-coraje y badass motherfucker capaz de masacrar a hijos de puta como quien va a comprar el pan. Stellan, eres el puto dueño.
Para terminar, si a todo lo dicho le añadimos un excelente pulso narrativo a la hora de plasmar la historia, además de una realización discreta y carente de alardes (y sin embargo, muy efectiva), el resultado es una película sumamente recomendable y una agradable (o más bien desagradable) sorpresa.