Titulo: El viaje de Arlo
Título original: The good dinosaur
Director: Peter Sohn
País: USA
Actores: Animación
Año: 2015
Duración: 100'
Crítico colaborador: Mary
Valoración:
(Antes de empezar, aviso que me he visto obligada a hacer spoiler en la crítica)
Pixar pone siempre su artillería a la carga para mandar moralejas a los más pequeños. Y más de una vez, a los mayores. La nueva producción, El viaje de Arlo, bien se puede resumir en una palabra: superación.
Como
en todo viaje, algo nuevo se aprende, y este dinosaurio en su
expedición va a llenar la maleta con experiencias. Como bien le dice
su padre “A veces hay que superar las barreras para apreciar la
belleza que hay al otro lado”. Por varios motivos, Arlo emprende un
camino de vuelta a casa, y será un descubrimiento para él, con esa
personalidad insegura pese a que aguarde algo grande en él; no hay
más que ver su presentación dentro de ese huevo inmenso para él
que es tan chiquitito. Bonita metáfora la cáscara de su valor
interior.
La
nueva cinta posee similitudes con El Rey León (hay una pronta
ausencia del padre protector que se sacrifica por su hijo) y
Monstruos S.A. en cuanto a tener una mascota humana. En aquella era
Boo, y ahora es Spot, una cavernícola tan monísimo como inquieto.
No
obstante, la historia tiene a sus propios personajes, pero sí que se
le nota carencia de fuerza propia de Pixar. No está entre las obras
cumbres de la productora como la anterior, esa obra maestras llamada
Inside Out. Aparte, en lo que a dinosaurios se refiere, En busca del
valle encantado sigue muy vigente en los que tenemos ya unos años, y
si acompañamos a nuestros sobrinos/as o hijos/as a verlo, es a
nosotros a los que nos puede decepcionar más que al público
infantil. Aun así, Arlo es un personaje realmente entrañable y ase
le coge cariño rápido.
La
parte técnica queda sobresaliente una vez más: los paisaje son
increíbles y las escenas de peligro han quedado excesivamente bien.
A más de un niño le puede dar vértigo en la sala con tanto plano
rápido y lluvias torrenciales.
Arlo
es una historia dirigida al público más pequeño, pero es una
película muy bien hecha; calidad no le falta aunque el esquema ya se
haya visto. Se disfruta visualmente y divierte a todos.
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