Título: Iba en serio
Actores: Jorge Javier Vázquez, Kiti Mánver, Víctor González, Alejandro Vera, Edu Morlans, Paco Pepe Martínez
Duración: Sobre 100 minutos, no hay intermedio
Fecha de representación: 16 de diciembre de 2016 al 8 de enero de 2017
Lugar: Teatro Olympia
Precio: Desde 25€
Crítico: La Perra Verde
De la persona "relativamente" joven que se leyó "La vida iba en serio", la autobiografía de Jorge Javier Vázquez, les llega a sus casas "Pues ahora he ido a su musical, y no en modo irónico".
Pues sí, damas y caballeros, no me apedreen, pero lo he hecho, he ido a ver este musical y lo he hecho sin afán de luego escribir un texto irónico o mordaz o ponerme a despotricar sobre la telebasura jactándome de no sólo no ver Telecinco, sino ni siquiera tenerla sintonizada. He ido con curiosidad y... lo que van a leer a continuación, les sorprenderá (que les va a sorprender, ni que ocho cuartos, estas frases se deberían considerar publicidad engañosa).
Lo primero, pongámonos en antecedentes, ya que muchos estarán bastante descolocados ¿libro? ¿musical? ¿lo cualo?
Hace casi 5 años Jorge Javier Vázquez (JJ desde ahora), conocido por ser presentador de diversos programas de televisión del corazón muy polémicos (primero "Aquí hay tomate" y ahora "Sálvame") escribió una autobiografía titulada "La vida iba en serio". La sorpresa ha sido que el filólogo y presentador tenía otro sueño, el de cantar y actuar, así que ha creado "El laboratorio de la voz", una academia donde se imparten clases de canto, pero también tienen otros estudios como "Talleres para presentadores".
Como todo un Juan Palomo, él se escribió su autobiografía, él se creó una academia donde aprender a cantar, y ya que estaba, se ha montado su propio espectáculo basado en su propio libro donde él, hace de él mismo.
Ya puestos en antecedentes, adentrémonos en la obra.
Con un montaje sencillo pero resultón, a diferencia del libro, que era realista y serio, tirando al drama en muchas ocasiones (no, no hablo de Nolan aunque lo parezca), el musical es una comedia fantástica, donde un JJ actual se dedica a visitar sus recuerdos mientras habla con una psicoanalista para conseguir descifrar un sueño que ha tenido.
El tono fantástico no sólo lo pone el hecho de que "viaje" por sus sueños, ya que eso lo podríamos interpretar como una imagen proyectada, un flashback, sino que Kiti Mánver, la cual hace de su madre, es consciente de su presencia e interactúa con él, sabiendo que es el JJ del futuro y no el pequeño que es en cada año/época visitadas.
El espectáculo se compone de unos elementos bien diferenciados: uno son los videomontajes proyectados para contextualizar a qué época viajará JJ. Otro es el escenario móvil, por un lado representa la consulta de la psicoanalista, por el otro, o bien la casa familiar u algún otro lugar en el que se pueda desarrollar la trama (una discoteca, un parque, etc) y por último (dentro de los más reseñables), la presencia de un trío de hombres que acompaña a JJ en todos los números musicales, unas veces siendo unas presencias incorpóreas, otras formando parte de la trama.
Imagen extraída de la web de Jorge Javier Vázquez. |
A nivel musical no podemos esperar que JJ sea un adulto prodigio (si existe niño prodigio, digo yo que existirá lo mismo para alguien que empieza mayor ¿no? a lo Susan Boyle), pero sí es solvente y correcto, por lo cual, la gente no saldrá defraudada y con esa sensación de "te has hecho esto para lucirte, hermoso, y no vales un pimiento". El trío que le acompaña sí se nota que es profesional.
Eso sí, un apunte para los técnicos de sonido, cuando JJ canta solo, el piano está sonorizado demasiado alto (más que JJ demasiado bajo), se come casi toda la voz, apenas se le oye por encima de la música.
La obra es divertida, amena, con gags típicos de una comedia de enredos (Betty Missiego... no os digo más) y contiene un par de momentos de drama (aunque han decidido dejar el temor que tuvo durante años a estar contagiado de SIDA fuera de la obra). Resulta muy irónica, y se agradece que JJ sepa reírse de sí mismo y del personaje que sabe que es, sobre todo no siendo una dramatización sobre alguien muy similar a él, sino él y su entorno con nombres y apellidos.
Por su lado, Kiti Mánver haciendo de "la Mari" resulta entrañable y un tanto "Aída" a ratos.
La obra gustará, no sólo a quienes vayan a ver explícitamente al presentador, sino a quienes gusten del teatro y los musicales.