Título: Colossal
Dirección: Nacho Vigalondo
País: USA
Actores: Anne Hathaway, Dan Stevens, Jason Sudeikis, Austin Stowell, Tim Blake Nelson, Agam Darshi, Hannah Cheramy, Christine Lee
Año: 2016
Duración: 109'
Crítico colaborador: Tita Cortés
No sé qué se ha fumado Vigalondo pero que se lo pase a Michael Bay, porque para 3 minutos que ha salido el único robot de su película, le ha cundido más que a Bay las dos últimas de Transformers.
Nacho Vigalondo se ha preguntado qué pasaría si mezclaras Godzilla, El Día de la Marmota y un fin de semana de fiesta de esos de los que te tienen que hablar tus colegas porque ibas demasiado perjudicado/a y la memoria ha ejecutado un protocolo fantasma. Y para ambientar las desventuras de la Hathaway, música epiquísima de Bear McCreary (Black Sails, Outlander). Qué más se puede pedir.
Colossal nos da bestias y robots de una forma alternativa al clásico que ya conocemos de sobra y que muchos han intentado (y siguen intentando, véase Pacific Rim y secuela) renovar y reciclar: a menudo sin éxito (para qué ese reboot de Godzilla -2014- diosito, PARA QUÉ). Puede que sea, incluso a pesar de la alusión a la bestia japonesa, la película más original que he visto últimamente. Alusión que por lo visto le ha sentado fatal a la productora dueña de los derechos del dinosaurio mutante, por cierto.
Esta extraña tragicomedia es un tributo a los monstruos: tanto a los fácilmente reconocibles del cine de culto japonés (en este caso a la inconfundible figura de Godzilla como protector de la humanidad), como a los humanos. A los monstruos que conocemos, que enfrentamos: a los que somos.
No tiene el aire retro, tan cotizado últimamente, que le dio Del Toro a sus kaijus ni los efectos especiales que les pone Bay a sus autobots: pero no le hace falta. Porque no sé vosotros, pero yo ni conozco autobots ni he visto un kaiju en mi vida: sin embargo, personajes como los de Hathaway y Sudeikis he visto a montones. Y ese es el auténtico secreto de esta película. Conoces a sus héroes y sus villanos. Puede que seas uno de ellos. Y puede que ni lo sepas.
Por su parte, Anne Hathaway (El diablo viste de Prada) y Jason Sudeikis (Saturday Night Live) han vuelto a demostrar que ser actor de comedia no limita tu registro, sino que en muchos casos es todo lo contrario. Tener cara de acelga todo el tiempo es muy fácil. Hacer reír, eso es lo difícil. Y una vez que le has cogido el truco, ya puedes hacer cualquier cosa. Destaca Sudeikis, con su cara de majete, sus camisas de franela y su actitud de buen tipo. Este es el auténtico aporte de la cinta. Su contribución al cine de ciencia ficción es mínima: robots ya hay muchos (para ya Michael Bay, por Thor te lo pido), y que Godzilla era en realidad un salvador y no un destructor ya nos lo han contado. Pero en cuestión de personajes con fondo, que sean más de lo que aparentan darnos masticado desde el principio, tiene un par de lecciones que dar.
En resumen: que no me echaba unas risas tan tontas desde hacía tiempo.