Título de la serie: The Defenders
Crítico colaborador: Victor S
A finales de 2013 Marvel anunciaba que de forma similar a la estrategia llevada a cabo con sus películas, había llegado a un acuerdo con Netflix para un macroproyecto de televisión que expandiría el MCU mediante 4 series individuales de héroes urbanos que unirían sus fuerzas en “Los Defensores”. En estos años hemos tenido grandes éxitos (Jessica Jones y las 2 temporadas de Daredevil) y casos menos afortunados (Luke Cage e Iron Fist), aunque el futuro pinta prometedor tras haberse dado luz verde al spinoff de Punisher y a las segundas temporadas (3ª en el caso del cuernecitos) de las series ya existentes. Pero centrémonos en el presente. El próximo viernes 18 de Agosto se estrenan de manera íntegra los 8 episodios de The Defenders. ¿Estará a la altura de las expectativas? Por cortesía de Netflix y tras haber visto los primeros 4 episodios, paso a compartir mis impresiones.
Antes quisiera decir que me resulta difícil valorar una serie viendo la mitad de temporada, más aún cuando no es un formato de “caso de la semana” si no una única historia. Lo ideal sería analizar el piloto o esperar a la totalidad de episodios, evitando así opiniones precipitadas como en Luke Cage (con notas tremendas pese a que luego se desinflaba)) o Iron Fist (vapuleada y abandonada por muchos antes de que la trama empezase a dar respuestas). Respecto a los spoilers, no voy a hacer como tal, pero puede caer algún dato para dar contexto, o sobre las series que la preceden.
Todo comienza meses después del cliffhanger que tuvimos en Iron Fist. Uno podría pensar (yo mismo lo hacía) que al ser sólo 8 episodios enseguida tendríamos a los protagonistas reunidos y empezarían a llover los golpes. No es el caso. Para bien o para mal, a Netflix le gusta cocinar las cosas a fuego lento. El primer par de capítulos funciona como una especie de continuación de cada temporada individual, viendo en que situación está cada uno de los cuatro héroes y cómo se embarcan en tramas aparentemente inconexas (a Jessica se le ofrece un caso, Danny y Colleen siguen la pista de la Mano etc). Al ir avanzando la historia, los distintos frentes se van solapando unos con otros hasta que todos convergen de manera muy orgánica. Tiene mérito, ya que aunque las series compartían ciertos rasgos como el entorno urbano y la oscuridad/violencia, cada una tenía una personalidad y un tono muy dispares entre sí.
Haciendo énfasis en esto, los showrunners Doug Petrie y Marco Ramirez (Daredevil 2) han optado por mantener la estética y la paleta de colores de cada serie, de forma que por ejemplo en las escenas con Daredevil tenemos la habitual oscuridad, tonos rojos y contrapicados, mientras que en las de Luke predominan el amarillo, la cámara en mano o el hip hop sonando de fondo. El contraste es tan marcado que por ejemplo en el piloto solo con ver el plano de una escena, ya podemos intuir a quien va a pertenecer. Conforme la trama empieza a ser grupal, la fotografía se va volviendo más homogénea, salvo alguna excepción en la que el peso de la escena lo lleva alguien en concreto. Es un recurso de dirección que me ha parecido muy original. Pocas cosas tengo que criticar en el apartado técnico salvo que a veces hay transiciones muy de videoclip de los noventa (lo entenderéis cuando lo veáis), cierto abuso del travelling en algunas secuencias y el CGI es mejorable en algunos puntos.
Uniendo fuerzas
En el MCU estamos ya acostumbrados a la conectividad y que se vaya bebiendo de las películas previas, pero en Netflix de momento lo habíamos visto a pequeña escala (Turk y Claire básicamente). En Defensores al fin consiguen llevarlo a cabo: los secundarios de cada serie (Misty, Trish, Karen, Foggy etc) enganchando con arcos de otros personajes, flecos pendientes que se retoman o el unir conceptos tan dispares como pueden ser el ambiente de Harlem de Luke con tramas de K´un-Lun sin que el resultado chirríe. Obviamente el haber visto todas las series previas hace que la experiencia sea más completa, pero los guionistas procuran que a través de diálogos y exposición al menos se pueda seguir el hilo básico sin perderse.
Los trailers ya dejaban entrever una adaptación libre del cómic “Tierra de Sombras” y mostraban que el peligro a gran escala al que debe enfrentarse el grupo es la Mano (buen trabajo a la hora de encajar todo lo que hemos visto sobre ellos e ir expandiéndolo), encabezada por una Elektra resucitada y por Sigourney Weaver como villana principal. Su personaje, Alexandra, continúa en la línea de buenos antagonistas que nos ha dado Netflix, siendo una mujer de negocios refinada, con mucha templanza y enigmática. Si bien no es que sea memorable de momento, Weaver tiene suficientes tablas como para jugar con ese halo de misterio sobrenatural y que mi interés se mantuviese siempre que aparecía en pantalla.
Terapia de grupo
Otro punto fuerte es las dinámicas entre personajes. Con personalidades y antecedentes tan distintos el terreno está sembrado para que haya ciertos momentos de ligereza, bromas y pullas de unos a otros. Este cambio ocasional de tono a veces se recalca con escenas bien iluminadas o a plena luz del día. Los roles están claramente definidos: Matt con problemas de confianza y prefiriendo hacer las cosas por su cuenta, Jessica haciendo gala del sarcasmo y su cinismo sin ninguna intención de ser una superheroína, Luke tratando de asimilar todo y poner cordura; y por último Danny feliz con la perspectiva de tener compañeros con poderes. La serie gana cada vez que todos están en la misma habitación, y es gracioso ver cómo pese a las reticencias de cada uno, se ven obligados a estar juntos. Otra ventaja clara de que la serie sea de grupo es que los minutos se reparten y si tienes algún personaje que no termina de calarte, los otros pueden compensarlo.
Los actores ya están hechos a sus papeles y hay buena química entre ellos, destacando a Charlie Cox con Krysten Ritter y Mike Colter con Finn Jones. Los intercambios dialécticos y las pullas son constantes y en todas direcciones, siendo Danny aún así el blanco habitual. Hablando de este último, más de uno que decidiese no ver Iron Fist y pensase que su individual era un mero trámite y que en Defensores pasaría desapercibido quizá se sorprenda (o se disguste) al comprobar que junto a Daredevil es básicamente el protagonista de la serie, ya que la historia principal viene de las series de ambos. Con razón Finn Jones dijo en su momento que Defensores puede considerarse su temporada 1.5.
Falta le hacía, porque algunos fallos importantes de planteamiento en su serie (culpa del ahora ex-showrunner Scott Buck), Danny Rand necesita un empujón para poder ganarse al público: en su individual era quizá el personaje menos interesante del elenco y a veces llegaba a ser cargante. Los showrunners de Daredevil manejan mejor su arco y su caracterización. Tras pasar meses desenvolviéndose en la civilización, el personaje es más sereno, ha madurado y es capaz de reírse un poco de sí mismo. Sigue siendo impulsivo y arrastrando algún trauma, pero ya no se comporta como un psicótico con rabietas constantes ni es ingenuo hasta el punto de parecer tonto. Veremos si con la segunda mitad de temporada continúa mejorando y crece de manera similar a lo que le ha ido pasando al Capitán América.
A partir piernas
En el apartado de acción hay novedades. Como nuevos coordinadores de stunts tenemos a Chris Brewster (doble habitual de Daredevil) y Matt Mullins, que realizan un trabajo notable y en la línea de lo que podemos ver en su serie individual. Cada uno de los héroes tiene un estilo definido y pese a que en la primera mitad no he podido ver demasiado a todos a la vez, aprovechan bien las posibilidades en cuanto a combos y poderes. Luke y Jessica son algo toscos porque muchas escenas las realizan los actores y la superfuerza da pie a que no haga falta coreografiar demasiado sus segmentos, mientras que Daredevil tiene los planos más vistosos (ventaja de tener al doble disfrazado). Respecto a Danny, en su serie salvo alguna escena puntual de los últimos capítulos, de “Arma Viviente” tenía poco más que el título. Como fan suyo me alegra decir que aquí se nota que Finn Jones ha estado entrenando y que los directores nuevos son mucho más competentes. Hay una escena contra varios enemigos que me alegró porque era ya más cercano a lo que cabría esperar del personaje.
Conclusión
The Defenders se toma su tiempo para establecer las relaciones y crear la dinámica pero es un buen cóctel de acción, entretenimiento superheroíco y diversión. Fans y espectadores medios deberían poder disfrutarla sin problema, salvo que se tenga aversión a temas más comiqueros como ninjas-misticismo o no hayan gustado las series anteriores. Yo ahora mismo estoy satisfecho, en el notable. Pero como dije al principio, es mejor esperar a valorar el conjunto. Lo bueno es que siendo 8 capítulos y con las piezas ya colocadas, la segunda mitad podría ser muy intensa.
La respuesta, a partir del 18 de Agosto.
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